Hace poco asistí a un taller en un conocido centro de yoga en Madrid. Pensaba que iba a ser un taller práctico sobre mindfulness y a mi me encanta meditar en grupo porque implica tener una guía que te lleva al estado propio de meditación y además, se comparten cosas muy interesantes con el grupo.
Hace prácticamente un mes que no me dejo ver por aquí y no es de extrañar: las 3 semanas de relax en casa, Canarias, han tenido mucho que ver. Pero ya estoy de vuelta a la rutina y para hacerla más llevadera es hora de hablar de una de las experiencias más preciosas que he vivido en mucho tiempo: bucear.
Mientras escribo esto, aún me siento super feliz y emocionada del showcooking que impartí durante el fin de semana que duró el DIY Show en el Hotel Silken de Madrid. Te lo cuento todo con lujo de detalles.
Como ya venía contando en mis redes sociales, este fin de semana Víctor y yo fuimos invitamos al evento que Roxy estaba preparando en Barcelona para celebrar su 25 aniversario como marca líder en surf y snowboard. Y allí que fuimos. Seguir leyendo
La Semana del Deporte Outdoor en Madrid llega a su fin hoy y como broche final, la mejor tarde para practicar yoga fuera de casa fue el sábado en El Retiro.
Prácticamente una semana después me he dignado a escribir sobre cómo fue el pasado sábado. Un día que aún está revoloteando por mi mente a pesar de que esa parte de mi cuerpo fue la que menos usé, la cabeza.
A sentarse con las piernas cruzadas también la llaman “la postura perfecta” ¿Será por que todo el mundo la puede realizar? O eso o porque también es la más recurrida cuando nos disponemos a meditar.
Si estás leyendo esto puede que te esté pasando lo mismo que a mi: “Quiero practicar yoga, pero no puedo ir a un sitio a que me enseñen”. ¿Motivos? Varios entre los que se encuentran el hecho de que ya no tienes huecos libres a lo largo del día para ajustarte a los horarios de un sitio y desplazarte hasta él. Pero el principal: lo costosas que pueden llegar a ser la clase o mensualidad de un centro de yoga. Espero que tú como yo, no te quedes con las ganas de que tu cuerpo y mente trasciendan, por lo que la única opción que queda es yoga casero.
Nunca imaginé que una persona como yo se pusiera a hacer yoga. Supongo que tenía un concepto erróneo de mi misma, una etiqueta que me limitaba a hacer con mi cuerpo sólo aquello que me hiciera sentir más fuerte, más rápida, más capazy más competitiva. Al final llegué a la conclusión de que no sólo me equivocaba respecto a mi sino también respecto a lo que el yoga puede hacer por mi.
Sarah Santiago 