La postura de yoga más fácil: siddhasana o sentada con las piernas cruzadas

A sentarse con las piernas cruzadas también la llaman “la postura perfecta” ¿Será por que todo el mundo la puede realizar? O eso o porque también es la más recurrida cuando nos disponemos a meditar.

No la confundas con la postura del loto, pues en esta última ambos pies deben quedar apoyados encima de los muslos tal y como se ve en la siguiente imagen:

En mi caso, no puedo realizar (aún) esta postura, pues aunque lo intente duele bastante, y el yoga ¡no debe de doler!. Pero mientras voy practicando poco a poco esta postura sigo recurriendo a las piernas cruzadas que también conllevan su técnica:

TÉCNICA PARA LA POSTURA DE YOGA PERFECTA

• Siéntate con normalidad y mantén en todo momento la espalda erguida.
• Coloca la planta de uno de los tus pies en la cara interna del muslo contrario.
• Flexiona la otra pierna para meterla por debajo del muslo (como yo en la foto) o bien puedes levantarla para apoyarla sobre el gemelo de la pierna contraria.
• Las manos se suelen colocar con las palmas arriba encima de las rodillas o donde llegues.
• La posición de los dedos que solemos ver se llaman mudras, de ello hablaré más adelante, pues no hace falta empezar sabiendo esto.

A los principiantes en el yoga también se les suele recomendar el uso de un cojín o del bloque de gomaespuma de yoga para ponerlo bajo el coxis y que eleve nuestra cadera de tal manera que mantiene la espalda erguida y las rodillas también elevadas. Yo no me he hecho con ninguna a pesar de que las he visto muy baratas: a 5 euros en tiendas Tiger sino recuerdo mal o un poquito más baratas en Amazon. No obstante, a medida que avanzo en mis porturas le veo más utilidad al bloque, en cualquier momento me veréis con él.

Beneficios de esta postura

• Tantas personas meditando con las piernas cruzadas no pueden estar equivocadas, algo tan simple como esto nos hace más fácil centrarnos y concentrarnos en lo que estamos haciendo.
• Trabajas la elasticidad de la cadera, los tobillos y las rodillas. No hay más que sentarse así después de un día apoltronada en la silla de una oficina para que veas cómo cuesta al principio y cómo te ayuda a “elongarte”.
• Mejoras la postura al estar sentada y la circulación entre la cadera y el abdomen. Quienes pasamos mucho tiempo delante del ordenador tenemos la costumbre de curvar la espalda pasado un tiempo, y esta postura te quita esa manía.

¿Te imaginabas que algo tan simple como sentarnos en el suelo, en la esterilla o en una alfombra puede tener tantos beneficios para tu cuerpo? La verdad es que yo no.